Villegas sostuvo que “en la campaña hacia las primarias deberían ser proscritas las “trompadas estatutarias” y fomentada la solidaridad entre los contendientes, en el entendido de que, elegido el candidato, todos deberán juntarse en un solo torrente camino a la cita de octubre“.
A continuación la columna completa:
El ingenio de Gonzalo Barrios bautizó como “trompadas estatutarias” las riñas que, de cuando en cuando, adornan el panorama de los partidos políticos, cualquiera sea su naturaleza ideológica. La lucha por el liderazgo, el clientelismo y las apetencias burocráticas no pocas veces desbordan el ideario partidista y tornan en tragicomedia la solidaridad entre los militantes.
Así ha ocurrido y ocurre en todo el mundo político venezolano, incluido el chavismo. No están vivos pero subsisten los testimonios del general Alberto Muller Rojas, quien calificó al Psuv como un “nido de alacranes”, el de Luis Tascón, denunciante de las “cúpulas corruptas” en el partido de gobierno, y el de Lina Ron, siempre enfrentada al soterrado “chavismo sin Chávez”. En el oficialismo, las “trompadas” han llegado hasta el sicariato. Si no lo creen, pregúntenle a José Pinto, dirigente de los Tupamaros, o busquen testimonios en el movimiento sindical.
El gobierno apuesta a que las primarias opositoras sean una guerra fratricida entre precandidatos y partidos. El debate en la alianza democrática es indispensable, siempre que sea constructivo. El país tiene derecho a contrastar las diferencias y afinidades entre las distintas opciones. Pero la trascendencia de las presidenciales de octubre de 2012 obliga a que los precandidatos, dirigentes y militantes actúen con la mayor responsabilidad y sentido patriótico. Máxime si se trata de fuerzas con historias y venas ideológicas disímiles que anteponen la unidad a la mezquindad grupal o personal.
En la campaña hacia las primarias deberían ser proscritas las “trompadas estatutarias” y fomentada la solidaridad entre los contendientes, en el entendido de que, elegido el candidato, todos deberán juntarse en un solo torrente camino a la cita de octubre. Cita en cuya ruta no sólo habrá que enfrentar al ventajismo oficialista y los cañonazos de billetes compravotos sino también las muy posibles trompadas que, desde el chavismo, irán acompañadas de golpes bajos.
Breves
– En su nuevo libro La Miedocracia, el psiquiatra Luis José Uzcátegui dice sobre los precandidatos de oposición: “Todos reflejan a través de sus mensajes verbales por TV ideas con contenidos formales, convencionales y limitado pegamento afectivo. Es decir, a los días muy pocos ciudadanos recuerdan lo que ellos dijeron, los mensajes no impactan suficientemente la memoria como para que se queden fijados y sean evocados espontáneamente. Además que muchos de los mensajes (…) son percibidos como repetitivos, tediosos, vagos, tontos o mentirosos”. Según el autor, Chávez ganará en 2012 si quien resulte elegido candidato y los partidos de oposición no logran “desbancar la miedocracia”.
– Vecinos y usuarios de la avenida Andrés Bello, en Caracas protestan que el Ministerio de Alimentación se apropiara de un canal de circulación frente al edificio Las Fundaciones, donde tiene su sede, lo que origina enorme congestionamiento vehicular.
– En el Ministerio de Comunicación e Información la periodista Hindú Anderi fue puesta a la orden de Personal. Está “jugando banco” en castigo por sus iniciativas en favor de la libertad del cantante y comandante guerrillero colombiano Julián Conrado, capturado en suelo venezolano.
MARIO VILLEGAS
Proscribir en las primarias las “trompadas estatutarias”
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