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“Chacumbele es el amo y señor del PSUV. Su voluntad es la ley”

 teo630x11   Teodoro Petkoff escribe hoy en Tal Cual que “en un partido regido por un caudillo no es posible ningún debate”, asegurando que este es el caso del PSUV, lo cual “es un anacronismo, incompatible con una sociedad democrática”, todo esto en referencia a la salida de Henri Falcón de la tolda roja.

Esto es lo que dice Teodoro Petkoff en Tal Cual:

Cuando Chacumbele instaba a Henri Falcón a “saltar la talanquera”, a que abandonara el PSUV, y ahora cuando el general Müller Rojas expresa su “regocijo” por el paso dado por el gobernador de Lara, hacen recordar una expresión que acuñara Stalin, acerca de las diferencias de opinión en el partido bolchevique, que rezaba “El partido se fortalece depurándose”.

Esta sentencia parte del supuesto monolitismo del partido, en el cual la única opinión válida es la de la dirección. Toda opinión o punto de vista que difiera de los de ésta es considerada una “desviación”, acusación que antecede a la de “traidor” y que termina con la “depuración”. En otras palabras, el partido se fortalecería cuando opiniones distintas a las de su dirección son expulsadas o, a punta de hostigar a sus portadores, estos lo abandonan. Es, pues, una concepción absolutamente antidemocrática, que parte del supuesto de la infalibilidad de la dirección y de la subordinación ciega e incondicional de los seguidores a ella.

Los militantes delegan en la dirección del partido la facultad de pensar y decidir y sólo cumplen el rol de obedientes militantes.

Pero la cosa se hace aún peor cuando el partido está dirigido por un caudillo, que sustituye a la dirección y suprime todo debate, haciendo de su voluntad la línea política a seguir.

En un partido regido por un caudillo no es posible ningún debate, ni siquiera en su dirección.

Es el caso del PSUV. Chacumbele es el amo y señor del partido. Su voluntad es la ley. En el PSUV cualquier discusión o debate es el que Chávez quiere y autoriza. No es posible en ese partido ningún debate o discusión que nazca de “la base”. Cuando por casualidad alguien expresa alguna opinión no masticada previamente por el capo, basta con que éste exprese su desacuerdo o inconformidad, para que todos se arrodillen ante él y la opinión “no autorizada” desaparezca de la escena.

El problema para Chacumbele es que ese modelo de partido es un anacronismo, incompatible con una sociedad democrática, sobre todo en una como la venezolana, donde medio siglo de vida democrática, con todas sus imperfecciones, ha decantado una cultura que ha resistido hasta ahora todos los empujones que Chacumbele le ha dado. Por eso, el chavismo, como movimiento político, se ha venido desmigajando con los años. El de Henri Falcón no ha sido el primero ni será el último episodio de la eterna lucha entre el autocratismo y la democracia.

Desde los lejanos tiempos en que Luis Miquilena rompió con Chávez, hasta hoy, son incontables los que han abandonado a un caudillo que no admite pensamiento propio en otros y exige y espera obediencia ciega. Esas rupturas son las que van conduciendo a la conformación de una nueva mayoría en el país. Una nueva mayoría necesariamente diversa y no monolítica, donde se encuentren, con sus puntos de vista y opiniones propias, todos aquellos, provengan de donde provengan, cuyo común denominador sólo puede ser el de la democracia, que como señala Falcón en su carta, “se forja en la diversidad, en el reconocimiento del otro, en el respeto” para “propiciar la inclusión sin exclusión, la reconciliación nacional y el diálogo constructivo”.

Cada vez menos
Teodoro Petkoff
Tal Cual

“Chacumbele es el amo y señor del PSUV. Su voluntad es la ley” was last modified: febrero 24th, 2010 by
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