Bombonas, pipas y tanques de agua –comprados a los populares “chatarreros”- son la materia prima que luego de un proceso de aproximadamente una hora se convierte en una práctica y llamativa parrillera lista para un buen pedazo de carne roja, pollo o si se prefiere marrano.
El primer pasó para la elaboración del asador es cortar los extremos de la bombona de gas, pipa o tanque de agua. Para ello, Daniel Epiayú hace uso de su esmeril y en 10 minutos está listo para cortar horizontalmente el recipiente de metal.
Mientras eso sucede, un compañero de trabajo de Epiayú se encarga de cortar los soportes para cada asador.
Cuando el material está cortado es el turno del soldador, quien se encarga de unir cada pieza así como de colocar los detalles como: los agarraderos, las bisagras y el respiradero del gran horno a carbón. Incluso, recicla pedazos de material para armar un gran cilindro y convertirlo en una parrillera.
Finalmente, cuando todo está en su lugar, Dionisio Hayos cubre la superficie del producto final con pintura en aceite para dar por acabada con satisfacción la labor.
Datos
Según Dionisio, las temporadas en las cuales se reportan más ventas son Carnaval, Semana Santa y el Día de las Madres y el de los Padres. Comenta además que diariamente puede vender unas 10 unidades, como a veces hay días en los que no percibe ganancia alguna.
Asimismo señala que los clientes prefieren las parrilleras elaboradas con los tanques de agua, pus el material es más grueso y le huyen a las hechas de pipas.
Los precios varian de acuerdo a su tamaño y material: BsF. 150, 200, 250 y 300. La más grande, fabricada a base de un tanque vale BsF. 800.