Los pescadores de playa Valdés, en el municipio Mariño, no faenan igual a los de Manzanillo o Juan Griego. Despertar con el alba para adentrarse en el mar, no es una costumbre. Son especialistas en pesca de sardina y por ello deben esperar que se acerquen a la bahía para ir tras ellas.
El presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales del Morro (Asopescamo), Wilmer González, relató que las 200 embarcaciones que integran esa organización no salen a otras costas para buscar la sardina, sino que los pescadores esperan que ésta se aproxime a la bahía. “No es porque no tengamos la capacidad de pescar afuera, sino que respetan la tradición artesanal”.
Las técnicas que emplean los hombres de mar son adaptadas al medio ambiente, procurando no impactar negativamente. González asegura que ante la presencia de un cardumen, no lo capturan de una vez, sino que un buzo desciende para constatar si las sardinas tienen el tamaño reglamentario. Deben superar los 17 centímetros.
IDENTIFICACIÓN
Para que los pescadores salgan al mar tienen que asegurarse de que las sardinas estén dentro de la bahía, y para ello se valen de “teorías y técnicas” que han pasado de generación en generación.
El presidente de Asopescamo explicó que existen al menos cuatro formas de identificar la presencia de un cardumen. En primer lugar se encuentra “la arricanta”, que es el ruido que hacen las sardinas cuando están casi en la superficie.
También las visualizan por el resplandor que genera el reflejo de los rayos solares en los cuerpos de las sardinas. González detalló que como en la parte de abajo son color plata, se identifican claramente.
Una de las formas más sencillas para “descubrirlas” es por la gran cantidad de aves que se posan encima de una mancha oscura en el mar.
Todas las técnicas son sencillas y de fácil aplicación, dijo. La que puede considerarse más compleja es la ardentía. Los hombres de mar deben distinguir entre la fluorescencia que genera cada una de las especies. Según el presidente de la asociación, la luminosidad que proyectan las sardinas sólo se observa cuando en la noche hay “oscurana”.
El Sol de Margarita